Las corrientes de aire frío del océano Antártico recorren 2.000 kilómetros sin encontrar tierra hasta llegar a este lugar.
La fuerza extrema y constante de estos vientos ha conseguido modelar en mágicas formas retorcidas a los árboles.
Slope Point es un lugar casi deshabitado (en un radio de 8 kilómetros viven 58 personas) donde la presencia del hombre se limita a la cría de ovejas. Los pastores para intentar proteger a sus animales del persistente viento plantaron árboles. Al crecer las ramas se orientaron al norte de forma caótica por la fuerza de los vientos fríos del Polo Sur.
En estas fotografías se puede apreciar la singular belleza de este lugar; creado por la Naturaleza, y también por el hombre para proteger a sus animales domésticos.
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