Esta fotografía ha sido tomada durante un viaje por la Columbia Británica (Canadá) del micólogo Paul Stamets en busca de Laricifomes officinalis.
Esta especie puede alcanzar grandes dimensiones y fructifica en forma de columnas. Crece en la madera, principalmente de coníferas.
Los pueblos indígenas de la costa noroeste del Pacífico, en América del Norte, lo conocían como pan de los fantasmas; al utilizarse para marcar las tumbas.
Tiene un sabor muy amargo que lo hace incomestible.
En la antigüedad se utilizaba para tratar la tuberculosis, la viruela y otras enfermedades.
Es un hongo que sólo crece en hábitat bien conservados de bosques maduros. Los intentos de cultivarlo en laboratorio han fracasado a largo plazo.
En la Península Ibérica se considera extinguido desde 1917 por la desaparición de su hábitat natural.
Esta especie puede alcanzar grandes dimensiones y fructifica en forma de columnas. Crece en la madera, principalmente de coníferas.
Los pueblos indígenas de la costa noroeste del Pacífico, en América del Norte, lo conocían como pan de los fantasmas; al utilizarse para marcar las tumbas.
Tiene un sabor muy amargo que lo hace incomestible.
En la antigüedad se utilizaba para tratar la tuberculosis, la viruela y otras enfermedades.
Es un hongo que sólo crece en hábitat bien conservados de bosques maduros. Los intentos de cultivarlo en laboratorio han fracasado a largo plazo.
En la Península Ibérica se considera extinguido desde 1917 por la desaparición de su hábitat natural.
Via: wikipedia.org; motherjones.com
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5 comentarios:
Fascinante,pero lo mejor es ver como el hongo solo crece en su habitat natural,homo sigue jugando a ser Dios pero no logra conseguir que un hongo crezca. Hay algunas variedades de estos hongos saprofitos que si son comestibles, como el llamado "higado de buey" y otros que son usados como yesqueros para mantener las brasas. Entre los fascinantes restos de Otzi, se encontró una cajita, creo que de roble con un pedazo de hongo yesquero en su interior.
Los hongos se resisten a la domesticación.
Muchas de las especies con gran valor comercial sólo se pueden encontrar en la naturaleza. Los intentos por cultivarlas han fracasado.
Este hongo no es tóxico, se utilizaba en la antiguedad como medicamento para diversas enfermedades, pero como en otros casos su sabor amargo hace que no se pueda comer.
Ötzi llevaba dos hongos uno medicinal, el del abedul, y otro yesquero.
Es un ejemplo de la estrecha relación del hombre con la naturaleza en la antigüedad, también se encontró que llevaba 12 especies de plantas.
Gracias por tus precisas apreciaciones Bicipalo.
Un cordial saludo.
La verdad es que impresiona. Pero...¿ es saprófito como dice bicípalo o simbionte?.
Me gusta el blog, siempre encuentro cosas interesantes. Un saludo.
O ninguna de las dos, yo diría ¿parásita?
Es un parásito de los árboles y ataca la madera sana de los mismos desde el exterior.
Nos alegramos de q encuentres interesante el blog.
Gracias por tu comentario mit allem Drum und Dran.
Un cordial saludo.
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