El aye-aye (Daubentonia madagascarensis) es un primate estrepsirrino, un suborden cuya característica principal es su nariz húmeda.
Los lemures, especie con la que está emparentado, recibieron su nombre por este animal. Lemur significa en latín espíritu nocturno.
En la tradición de los malgaches
se considera al aye-aye un animal mágico y es el origen de muchas
supersticiones. Una de ellas dice que si te apunta con su tercer dedo,
más largo y fino que el resto, morirás en poco tiempo.
La única especie conocida próxima a este animal es el aye-aye gigante (Daubentonia robusta), extinguido en 1920.
Destacan en su cabeza las grandes orejas y los ojos amarillos, típicos en los animales nocturnos.
Viven en los árboles y se alimentan de larvas de insectos, hojas y fruta.
Para localizar las larvas golpean rítmicamente la corteza de los árboles con su tercer dedo. Detectan cualquier galería en la madera por las variaciones en el ruido producido por el golpeteo. Es el único mamífero en todo el mundo que realiza esta práctica, común en aves como el pájaro carpintero.
La destrucción de la selva llevó a pensar durante años que estaba extinguido. Se redescubrió en 1961. Hoy es una especie amenazada y protegida.
Tienen una sola cría que llevan a su espalda durante los primeros meses de vida.
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6 comentarios:
me gusto y por supuesto que hace acrecentar nuestro conocimiento en el medio ambiente.
Nos alegramos de que te gustara.
Gracias por tus palabras Ramón.
Un cordial saludo.
Es un animal que es bastant raro, lo que le convierte en una muy interesante, sin salirnos de Madagascar esta la fosa, la cual me gustaria quie hicierais algo parecido si no es mucho pedir :) Gran post, que demuestra la fauna de Madagascar, unica y excepcional.
Tomamos nota para un post.
La fosa es un animal fascinante y muy poco conocido.
Gracias por tus palabras y aportación Rubén.
Un cordial saludo.
Es increíble la variedad de especies en el mundo animal. Este primate no lo conocía y gracias al artículo he aprendido de la existencia de una nueva especie.
Y más increible es la cantidad de especies que hoy en día quedan por descubrir y estudiar.
Gracias por tu comentario María Cristina.
Un cordial saludo.
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