Este espectacular fenómeno se produce por el óxido de hierro que se forma en la lengua del glaciar Taylor cuando el agua líquida de su interior entra en contacto con la atmósfera a través de una grieta. El glaciar tiene en este punto una altura similar a un edificio de cinco plantas.
Los primeros científicos pensaron que era debido a la presencia de algas rojas, pero actualmente se sabe que el fenómeno se debe únicamente a la presencia de óxidos de hierro.
Estos óxidos de hierro se forman en la superficie del glaciar cuando los iones de hierro, que contiene el agua salada, se oxidan en contacto con el oxígeno atmosférico.
El glaciar Taylor es muy interesante para los biólogos porque en él hay un ecosistema de bacterias autótrofas, aisladas desde hace 1,5 ó 2 millones de años, que utilizan sulfatos como catalizadores para respirar los iones de hierro; algo extremadamente raro en la naturaleza.
Estas bacterias son arrastradas por el agua roja del glaciar en su salida al exterior. Esto permite investigar a estos seres vivos, sin necesidad de dañar su hábitat preservado intacto durante tanto tiempo.
Via: wikipedia.org
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