Los norteamericanos abandonaron estos coches después de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente otros vehículos, entre los años 50 y 70 del pasado siglo, fueron dejándose en estos terrenos cercanos al pueblo de Chatillon (Bélgica).
La naturaleza han ido encargándose poco a poco de recuperar el espacio que le pertenece y a día de hoy los coches casi han sido engullidos por las plantas.
En estas inquietantes fotografías puede observarse el trabajo lento y constante del bosque durante los últimos decenios.
Via: flickr.com
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3 comentarios:
¿Sabéis porqué no se retiran?. Las imágenes son hermosas...pero ¡tanta chatarra en medio de un bosque!?
El daño ya esta hecho deberian retirar al menos las baterias el aceite la gasolina o los coches completos
no creo que se tenga que hacer cosas como estas pero tampoco retirarlos ya estan integrados en el bosque y seguro que son refugio para mucho animales
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