Este diminuto caballito de mar de menos de dos céntimetros habita en los arrecifes de coral de Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Australia y Nueva Caledonia.
Pertenece a la especie Hippocampus bargibanti, de la familia de los Syngnathidae.
Su característica más llamativa es que su textura y color (principalmente rojos, naranjas, rosas y ocres) imita a los corales en los que vive para camuflarse de sus depredadores.
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4 comentarios:
Fascinante el poder de la naturaleza.
Esta evolución resulta un gran avance para los caballitos de mar que se encuentran en extinción sobre todo por la acción del hombre.
Se estima que cada año, 60 millones de caballos marinos son arrancados de su hábitat natural en beneficio del hombre. La población mundial de esta especie ha caído aproximadamente un 50 por ciento en esta década.
La medicina china, la sobrepesca, la degradación de su hábitat, la artesanía turística y su captura para los acuarios son las principales causas que amenazan la supervivencia de esta especie.
Por no hablar de las capturas de los caballitos de mar para sacarlos y venderlos como recuerdos o para comercializarlos como mascotas.
Las mutaciones son necesarias para los grandes cambios.
La mutación se produjo por la presión de sus depredadores naturales, no del hombre, hace mucho tiempo. Para poder mimetizarse en el entorno y aumentar sus posibilidades de supervivencia.
Gracias por tus apreciaciones Olga.
Un cordial saludo.
Los depredadores lo tienen bien difícil con este caballito de mar no solo por el color que imita sino por la forma que adquiere muy similar a los corales.
Los caballitos de mar siempre me han parecido preciosos pero este supera en belleza al resto de su especie.
Es una especie sin duda singular.
Gracias por tu comentario María Cristina.
Un cordial saludo.
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