Aunque no se debe jugar con la comida, en el caso del fotógrafo brasileño William Kass se puede hacer una excepción.
William utiliza para sus escenas todo tipo de alimentos y en ellos coloca diminutas figuras humanas.
Con su imaginación transforma una naranja en una piscina, guindillas en hogueras, un calabacín en un cañón de circo, cocos en montañas o una pitaya en una pared para la escalada.
En estas fotografías puedes apreciar, con todo detalle, algunas de sus mejores composiciones.
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2 comentarios:
Es fascinante cada imagen, me transportan a la situación... son geniales :D
Es una buena palabra para definirlas María José.
Gracias por tus palabras.
Un cordial saludo.
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