En estas fotografías podemos ver a Ashol Pan, una niña de 13 años, con un águila real entrenada para la caza en las montañas Kazajistán.
Hasta hace muy poco tiempo el entrenamiento de las águilas era algo reservado a los hombres. En los últimos tiempos éstos permanecen largas temporadas alejados de sus casas (por su incorporación al ejército o por emigrar a las ciudades) y las mujeres han tomado el relevo en esta tradición milenaria.
Los nuevos cazadores son mujeres, como Ashol, que cuidan y adiestran a las aves con maestría y mantienen viva una tradición que tiene 6.000 años de antigüedad. Entre ella y su animal debe existir una relación muy firme de confianza, algo que sólo se alcanza con los años. Los animales son considerados un miembro más de la familia.
Los cazadores kazajos han utilizado durante milenios las águilas reales para cazar zorros, lobos y liebres durante los meses de invierno. Momento en que su pelaje dorado contrasta con la nieve. La piel y carne de estos animales era algo imprescindible para su susupervivencia en el pasado.
Tradicionalmente se cazaba mientras se montaba a caballo, algo que hacía aún más difícil el control sobre el animal.
Comienzan a realizar su aprendizaje cuando cumplen los 13 años, edad de Ashol, porque se considera que ya son lo suficientemente fuertes para soportar el peso de un ejemplar de águila adulta en su brazo.
Esta niña es el futuro de esta tradición que actualmente practican únicamente unos 250 cazadores.
Las fotografías han sido tomadas por Asher Svidensky durante un trabajo de cuatro meses en el que recorrió Mongolia occidental.
Via: svidensky.com
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3 comentarios:
Muy bonitas fotos y qué cara de felicidad tiene esta niña! Enhorabuena al fotógrafo! Y qué lujo que te encarguen esos trabajos! Yo quiero también...!! O se trata de un proyecto personal? Otra pregunta: la ropa que lleva la niña es la que suelen vestir para cazar o han hecho un esfuerzo para las sesiones? Lo pregunto porque me parece bastante bonita y me sorprende un poco la verdad; me esperaría algo más básico.
El fotógrafo es Asher Svidensky. Imaginamos que la niña se puso sus mejores galas para la sesión con él. No debe ser muy frecuente que en un pueblo de Kazajistán aparezcan fotógrafos extranjeros interesados por las costumbres locales.
Gracias por tu comentario Amaury.
Un cordial saludo.
Hombre medio me da XD
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