Aunque la idea no es nueva y existen diferentes variantes sobre la misma (nos hacíamos eco de una de ellas en Cometas para generar energía eléctrica, este proyecto está muy avanzado y cuenta con un importante respaldo financiero.
La idea es aprovechar la mayor fuerza y regularidad del viento en cotas de altitud elevadas, hasta 1.000 metros, muy superiores a la altura de trabajo de cualquier aerogenerador actual.
Como ventajas más reseñables están la menor utilización de materiales al prescindir de la torre y aligerar el peso del resto de los componentes.
La energía generada se transmite inmediatamente a través del cable a la red eléctrica.
La turbina se utiliza como motor para poder alcanzar la altura considerada óptima para la generación de energía.
Si no sopla viento suficiente para mantenerlas en el aire, unos 15 km/h, empiezan a consumir energía. Si hay un periodo sin viento prolongado caen y quedan en reposo.
El invento está patrocinado por el Departamento de Energía de los EEUU y Google con 17 millones de euros.
El primer prototipo se lanzará en 2013 y se espera comercializar las primeras unidades de un modelo mayor, capaz de volar a 500 metros y generar energía para 600 familias, en 2016.
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