La utilización cada vez más frecuente de materiales sostenibles da lugar a noticias tan curiosas como ésta.
Científicos del Consorcio de Genómica Forense de los Países bajos han obtenido leche, de una cabra modificada genéticamente, que contiene la proteína de la que están hechas las telas de araña.
Después de ordeñar a la cabra en cuestión y tratar la leche los científicos obtienen una fibra natural, que es diez veces más resistente que el acero.
Posteriormente injertaron este tejido en piel humana real.
Los forenses dispararon una baja del calibre 22 y comprobaron como el material resistía el impacto.
En este vídeo se detalla el proceso.
Una investigación curiosa y sorprendente de la utilización de biomateriales allí donde parecía imposible emplearlos.
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