Científicos de la Universidad de Rice han combinado arena, tradicionalmente utilizada en la depuración del agua, con una capa de óxido de grafito.
En el compuesto resultante la capacidad de absorción de contaminantes orgánicos o metales pesados se multiplica, haciendo la depuración más rápida y eficaz.
El efecto se consigue porque las láminas de grafito, de tamaño nanométrico, tienen propiedades tanto hidrófilas como hidrófobas (rechazan y atraen el agua).
Al combinar el grafito con arena quedan expuestas las partes hidrofílicas de la arena y aumenta la capacidad de absorción de ésta, al atraer con mayor fuerza a los contaminantes solubles en el agua.
Los investigadores han realizado dos experimentos para determinar la intensidad de la depuración del agua.
El primero para depurar mercurio. En muestras de arena normal el material fue eficaz únicamente durante 10 minutos, al añadir grafito el tiempo se prolongó hasta los 50 minutos.
El segundo experimento se realizó con un tinte de rodamina B, obteniendo resultados similares.
Los costes de fabricación son económicos dado que se podrían utilizar los subproductos de la industria del grafito.
En este vídeo se pueden ver más datos de la investigación:
Via: rice.edu
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