Se ha presentado este nuevo avance tecnológico que permite transformar las aguas residuales, mediante el uso de bacterias, en plásticos biodegradables. El bioplástico obtenido puede ser moldeado posteriormente para producir infinidad de productos.
Aproximadamente el 8% de la producción mundial de petróleo se usa para producir plásticos. Proceso que además de sus costes ambientales de fabricación genera una cantidad ingente de residuos de muy lenta degradación que contaminan los océanos.
La tecnología se conoce desde hace 20 años, pero no había salido de los laboratorios de investigación. La novedad es su aplicación a escala industrial.
El proceso es sencillo. Las aguas residuales se desecan y se extrae un residuo sólido al que se aplica una mezcla de bacterias. Éstas provocan reacciones químicas y crean un bioplástico.
La planta piloto espera estar a pleno rendimiento en un año.
Una gran idea que puede revolucionar la industria del plástico dado que, a diferencia del petróleo, la materia prima es cada vez más abundante en todo el mundo.
Via: micromidas.com
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