Este proyecto desarrollado simultáneamente por varias de las más prestigiosas universidades de Japón y Argelia pretende convertir el desierto del Sáhara en la principal fuente de energía del planeta.
El proyecto denominado The Sahara Solar Breeder Project tiene unos planteamientos muy sencillos.
En primer lugar se crearían en el desierto del Sáhara (el mayor del mundo) plantas para fabricar silicio y plantas fotovoltaicas.
La insolación del desierto y las reservas, casi inagotables, de sílice que es la materia prima del silicio con el que se fabrican las placas fotovoltaicas hacen que esta sea la elección más óptima.
La energía generada sería utilizada en principio para crear más plantas. Posteriormente cuando el proyecto tuviera la envergadura suficiente se crearían líneas de distribución de energía al resto del mundo mediante superconductores que sean capaces de funcionar a altas temperaturas.
El proyecto, que aun está en sus primeras fases, ya se ha marcado como meta producir el 50% de la energía que necesita el mundo para el año 2050.
Las investigaciones enmarcadas en el International Research Project on Global Issues está financiado con 5 millones de euros en los próximos cinco años.
Los objetivos de esta primera fase son para establecer las bases de la tecnología básica que requiere el proyecto. Entre ellos determinar la posibilidad de fabricación de silicio de alta pureza partiendo de la arena y la viabilidad de construcción de líneas superconductoras a alta temperatura.
Los objetivos finales son la construcción de una planta de 100 gigawatios.
Con esta cantidad de energía utilizar parte de la misma para desalar agua de mar y convertir en regadíos grandes extensiones del Sáhara sería algo bastante fácil de realizar.
Una iniciativa de final muy incierto, por motivos económicos y políticos evidentes, pero que puede desarrollar nuevas tecnologías aplicables en cualquier lugar del mundo.
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2 comentarios:
Es inviable. Fabricar una placa fotovoltaica, consume más energía de la que esta generará en toda su vida útil.
Estimado lector.
Agradecemos su comentario, aunque no lo entendemos.
Reciba un cordial saludo.
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