Investigadores del Sandia National Laboratories han creado un dispositivo para convertir el dióxido de carbono en combustible líquido.
Utilizando energía solar y reacciones químicas pretenden convertir el dióxido de carbono en gasolina, diesel o cualquier otro derivado del petróleo.
Mediante la energía del sol se calienta óxido de hierro hasta los 1.500 grados y se le somete a una reacción química que libera oxígeno. Al enfriarse el hierro reacciona con el CO2, que se transforma de monóxido de carbono. Otro de las reacciones produce hidrógeno. El producto final perseguido es una síntesis del carbono e hidrógeno para crear combustible.
Las estimaciones para poner a punto de manera industrial esta tecnología se estiman en 15 ó 20 años.
Via: physorg.com
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